Hemos encontrado a mitad de este 2023 a un candidato fuerte para pelear por el Mejor Juego del Año y su título es Final Fantasy XVI.
SquareEnix nos ha ofrecido una aventura épica y de una magnitud que no esperábamos en una saga que parecía solo sobrevivir por la séptima entrega.
Como es costumbre, en mis reseñas no acostumbro a escribir nada sobre la historia y en esta ocasión haré más hincapié en esta situación porque los sucesos de Final Fantasy XVI deben de ser contados y vividos a través de su gameplay que es extraordinario.
UN NUEVO FINAL FANTASY
Uno de los puntos más importantes de este Final Fantasy XVI es el cambio sutil en su jugabilidad que lo hace, desde mi punto de vista, un juego más entretenido a la hora de combatir.
La última comparación que tengo es el remake de Final Fantasy VII y en este juego a la hora de pelear vemos como se carga una barra. En ese momento podemos entrar en un momento que ralentiza el tiempo para decidir que habilidad realizar y esto frenaba el ritmo de los combates.
Ahora, en Final Fantasy XVI esto ha desaparecido porque se siente más como un hack & slash puro y duro al momento de pelear.
Tenemos combinación de botones que activan diferentes habilidades, pero esto no afecta el tiempo y por eso uno está obligado a perfeccionar el combate y aprenderse los controles.
La guardia en este juego no hace acto de presencia. Por esta razón es muy importante esquivar a tiempo pues de esta forma el tiempo se va a ralentizar y vamos a poder hacer contragolpes.
Los enemigos importantes tienen un interesante paquete de movimientos y habilidades que provocan batallas espectaculares. Además, habrá momentos cinemáticos en donde debemos reaccionar para presionar el comando adecuado y esto le agrega emotividad.
Tal vez lo único que me hubiera gustado es que estos momentos tuvieran más opciones de comandos porque siempre son dos. Así mismo, se me hizo un título fácil, sobre todo porque hay un anillo que automatiza tus ataques y solo debes presionar cuadrado todo el rato, aunque es mejor todo manual.
UNA PELÍCULA ÉPICA
Una de las partes más importantes dentro de Final Fantasy XVI curiosamente no se encuentra en el gameplay, pues tiene parte cinematográficas que son hermosas.
Las cinemáticas abundad, pero todas son importantes de ver para conocer el trasfondo de una trama compleja y emotiva.
Dentro de estas cinemáticas tenemos momentos que se van a quedar grabados en tu memoria por meses por la magnitud de los sucesos.
En ocasiones vamos a tener combates gigantescos entre los Eikon (personajes que se transforman en criaturas enormes) y es una de las cosas más memorables que he vivido en la nueva generación.
UN ENTORNO HERMOSO
Todos los escenarios en los que vamos a estar peleando son maravillosos y estaremos dentro de diferentes biomas que tienen un toque especial.
Los personajes están bien desarrollados y nos podemos encariñar o alejar de cualquier rostro que veamos durante nuestra travesía.
FINAL FANTASY XVI NO OLVIDA EL RPG
Obviamente he mencionado el hecho de tener un combate que ha evolucionado y es más vertiginoso, tenemos que hacer una pausa al mencionar que los elementos de juegos de rol se mantienen.
Vamos a tener un árbol de habilidades que vamos a llenar según consigamos puntos de experiencia en las diferentes misiones que habrá a nuestro alrededor. Además, hay una gran variedad de objetos que tendrán habilidades pasivas que afectarán directamente nuestra jugabilidad y las estadísticas de nuestro personaje.
En ese sentido, se aplaude que la curva de aprendizaje siempre se mantiene presente porque las habilidades ‘elementales’ a las que tendremos acceso nos obligarán a practicar nuevos combos.
Mi único problema a la hora del combate tal vez está en la cámara pues no se me hizo lo más cómodo del mundo el marcado del enemigo y en ocasiones los giros son bruscos, generando una pequeña molestia visual.
También las misiones secundarias son simplonas y las principales solo se basan en combates, pero justo por eso me gustaron mucho las principales.
El guion te hará perder la mente digno de una serie que compite por un Emmy. Por esta atmosfera que se crea alrededor, el peso de la trama, la jugabilidad y lo espectacular de los combates estamos, sin duda, frente a uno de los mejores juegos del 2023.
Final Fantasy XVI es candidato a juego del año.
