¡Nos vemos en la grieta!

Street Fighter II es el padre de los fighting games, pero en nuestro país su éxito se vio opacado

Seamos honestos: nos gustan los guamazos. Al menos en México, las competencias por ver quién acomoda mejores cachetadas guajoloteras son muy populares. Eso incluye a los videojuegos, que antaño ya tenían bien a bien cómo definir a los mejores en títulos como Street Fighter II.

La escena de Street Fighter, y en general de los juegos de pelea, tiene eventos grandes como Evolution o el Capcom Pro Tour. Sin embargo, antes del glamour y la atención de los escenarios masivos, hubo momentos en los cuales los mejores retadores del juego mostraban quién era quién en simples locales de maquinitas.

Recientemente salió de las sombras una leyenda de aquellos ayeres previos a los torneos, destacando al japoamericano Tomo Ohira. Se han rescatado incluso historias de jugadores como Shinya ‘Nuki’ Onuki, quien fue un gran rival para el legendario maestro Daigo Umehara antes de su salto a la fama global. ¿Pero cómo eran estas competencias en México?

Una comunidad en proceso de creación

Los arcades ya eran populares para principios de los 90, con una diversidad de juegos para disfrutar. Sin embargo, el lanzamiento de la primera versión de Street Fighter II impulsó su disfrute. Para el lanzamiento de la Champion Edition, las retas no sólo se diversificaron, sino que se volvieron más personales.

El objetivo era ganarle al mejor jugador del local más cercano a tu casa. Una vez que te consolidabas en algún local, lo común era ir a buscar retas a otro en el que se rumoraba que había alguien mejor. A veces también recibías retadores de diferentes partes de la ciudad que buscaban lo mismo‘, platica Manuel ‘SRPilot‘ Mera, reconocido jugador de Street Fighter.

Naturalmente, con la alta competencia llegarían los torneos; especialmente alrededor de 1994, tras el lanzamiento de la versión The New Challengers. En diversos locales se reunían sobre todo estudiantes y, al principio, se daban premios simbólicos como productos o regalos. Ya después se competiría por premios monetarios derivados de las cuotas de inscripción.

Al primer torneo al que asistí en Coatzacoalcos fueron alrededor de 20 participantes‘, relata Pilot a Gamers Unite. ‘Era de eliminación directa y a un solo match. En torneos posteriores se cambió la regla y era a dos de tres, pero siguió siendo de eliminación directa. En ese entonces las reglas de los torneos no eran tan conocidas y a veces había algunas variaciones‘.

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Street Fighter pasó de regalar un auto a quedar en la sombra

A mediados de los 90, con Street Fighter Alpha 3, lo que se conocía como Capcom México organizó un torneo con jugadores de todo el país. Existen varias historias de cómo competencias en diversas ciudades clasificaron a sus campeones para una final en el centro de espectáculos La Boom, con un auto como premio máximo.

Sin embargo, pocos años después, The King of Fighters superaría en popularidad a la serie Street Fighter en México. ¿Las razones? Desde una mayor conexión con la jugabilidad y los personajes, hasta el hecho de que era más barato para conseguir y, por ende, más sencillo de encontrar.

Ya en el 2000, los grandes torneos eran realizados alrededor de la saga de SNK, teniendo a jugadores de Street Fighter en los eventos alternos. Sin embargo, no tardaría en llegar un momento que devolviera a la franquicia de Capcom el interés merecido.

De nuevo en acción gracias al EVO

Uno de los acontecimientos cruciales para dar exposición a los esports es el Momento Evo 37: el parry con el que Daigo evita caer ante Justin Wong y le permite ganar.

Esto reactivó el interés en México por la serie, específicamente por Street Fighter III: Third Strike. Jugadores como Pilot, Luis Manuel ‘Zicca‘ Bautista o ‘Crono‘ comenzaron a hacerse de un nombre, aunque el propio entrevistado acepta que fue hasta la cuarta entrega que la comunidad en torno a la franquicia se consolidó.

Creo que las comunidades de hoy en día se nutrieron mucho de la comunidad de SFIV, que a su vez tenía grandes raíces en SFII. Si no fuera por los SF de la vieja escuela, Team La Cueva no habría existido‘.

La Cueva fue un local en la colonia Guerrero donde después de muchos años seguíamos jugando Alpha 3 y Third Strike. Ahí fue donde empezó la semilla de la comunidad de SFIV‘, recuerda Pilot.

La comunidad mexicana de Street Fighter se quedó a un paso de tener a un representante en las finales del Capcom Pro Tour, con Antonio ‘Kusanagi‘ Medrano. Sin embargo, muestra una lealtad que se ha construido piedra por piedra desde sus orígenes humildes y pasando por momentos en los que la atención menguó, pero no la pasión.

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