La película pudo ser aún más gigante
El éxito de Spider-Man: No Way Home es indudable y, en parte, se lo debe a los grandes regresos de cada una de las versiones de este personaje. Sin embargo, originalmente la película iba a contar también con el retorno de Mysterio, enemigo del Spidey de Tom Holland.
Esto se dio a conocer gracias al arte conceptual de la película, en la que se adivinaba el regreso de Mysterio, a quien al comienzo de No Way Home lo vemos como el verdadero héroe para la opinión pública.
En esta idea previa a la producción de la cinta, lo vemos en una pelea en contra de Dr. Strange, quien a pesar de ser parte importante de esta historia de multiversos, tuvo participación solo al comienzo y final de la misma.
El enfrentamiento entre estos dos ocurre en la misma estatua de la libertad reimaginada como un monumento al Capitán América, donde también sucede la mayor pelea en Spider-Man: No Way Home.
Finalmente, la decisión fue mantener únicamente a los villanos de las sagas de Tobey Maguire y Andrew Garfield, que dieron pie a la apertura del multiverso que vimos explorados antes en What If…?, Loki y WandaVision.
Integrar a Mysterio suponía un reto aún mayor, pues a pesar de que todos los villanos que regresaron tienen cierto peso dentro de la película, es el Duende Verde de Willem Dafoe quien guía la trama y también logró unir las intenciones de los tres Spideys.
A pesar de que no se ingresó esta idea en el resultado final de la cinta, el papel de Mysterio permitió darle un comienzo a la historia, que arrancó conectando directamente el final de Far From Home y la revelación de la identidad de Spider-Man.
