¡Nos vemos en la grieta!

Una de las estrategias más controversiales en los videojuegos, puede ser también la más óptima

Las tácticas para obtener una victoria son tan antiguas como la humanidad misma. De hecho, en la propia naturaleza hay diversas formas de salir avante en condiciones adversas. Sobrevivir es el principal objetivo (o al menos una gran prioridad) de todo ser vivo en el planeta y cada uno se vale de sus propios recursos para conseguirlo.

Resulta curiosa la comparativa, pero desde los primeros organismos que habitaron la Tierra, hasta cualquier persona hoy en día, salir vencedor es un aliciente para seguir adelante. Lo vemos en cualquier situación cotidiana y, por supuesto, lo vemos también en los videojuegos.

La concepción del deporte no hizo más que alimentar este deseo natural del ser humano. Pocas cosas son tan gratificantes como demostrar que eres el más veloz en una carrera de 100 metros planos, el más certero para anotar el gol de la victoria o el más hábil para realizar el combo con el que ganas una partida de Street Fighter en el EVO.

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Sin embargo, entre las muchas historias de hazañas deportivas, también se encuentran aquellas en las que el ganador se valió de recursos menos honorables para conseguir el triunfo. Esto también comienza ocurrir entre algunos gamers, a quienes no les importa atentar contra el espíritu competitivo con tal de llevarse la victoria.

El arte de campear y ganar

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Sabemos que el deporte es un espectáculo por sí mismo. Como tal, los espectadores normalmente quieren entretenerse, divertirse, sentir la euforia y el drama de un duelo cerrado. Vivir un verdadero show que los deje satisfechos por la competencia, más allá del resultado.

Para los jugadores, por el contrario, el espectáculo puede pasar a segundo término. No llegaron hasta una final sólo para perderla; levantar la copa es lo único que importa, no el complacer a los fans. Con el crecimiento de los esports, cada vez es más recurrente ver a jugadores que se preocupan más por mantenerse a salvo, que por enfrentar al rival de forma directa.

A eso se le llama ‘campear’ y puede aplicarse en cualquier videojuego en el que haya un enfrentamiento. Puede ser que para ellos el fin justifique los medios. Finalmente, lo hacen para ganar de forma óptima aunque eso signifique convertirse en la antítesis del deporte.

Desde los juegos de peleas, hasta los shooters y los battle royale, y obviamente en los simuladores deportivos, campear es una técnica en la que un jugador o equipo permanece estático, escondido, evitando cualquier tipo de choque mano a mano.

Esto lo hacen para obtener una ventaja estratégica, esperando el momento adecuado para contraatacar o provocando que el adversario se desespere. En los battle royale suele ser más obvia, pues el campero esperará hasta que el resto de participantes se haya eliminado entre sí para salir de su guarida y realizar la kill que le dé la partida.

La controversia entre profesionales

Al igual que el deporte tradicional, aquellos que sólo busquen campear para llevarse el triunfo, normalmente son abucheados por el público. Tomar una postura defensiva en el futbol o en el boxeo es de los peores pecados para el fanático deportivo.

Mantenerse alejado del rival tras llevarse la primera stock en Super Smash Bros. Ultimate o echarse para atrás luego de poner el 1-0 en un partido de FIFA, es igual de mal visto entre quienes son fans de los esports. Sobre todo porque los encuentros se vuelven aburridos sin tanta acción. Además de que al campear se evita cualquier tipo de esfuerzo.

Es por ello que incluso para los jugadores profesionales, campear es prácticamente hacer trampa. No está prohibido en ningún reglamento de los deportes tradicionales ni de los electrónicos. Es más bien una cuestión de honor entre competidores.

Puede entenderse que en una partida casual, si sabes que tu nivel no es tan bueno como el del rival, el campear se convierta en tu única salida. Sin embargo, recuerda que hay derrotas que tienen una dignidad que la ruidosa victoria no merece.

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