A pesar del desorden genético que padece, Dayton ‘Wheels’ Jones es un impresionante jugador de Killer Instinct. Conoce un poco de él
Aunque no hace tanto ‘ruido’ como Street Fighter V, Tekken 7 o Super Smash Bros. Ultimate, Killer Instinct tiene una buena comunidad alrededor, y desde luego, su propia escena de esports.
Es en ésta que un jugador en especial ha logrado destacar, y se trata de Dayton ‘Wheels’ Jones. A lo largo de su carrera ha calificado para dos Killer Instinct World Cups. Es decir, lo que vendría a ser una final de 32 jugadores para el Killer Instinct Ultra Tour.
Dayton ‘Wheels’ Jones se especializa en Killer Instinct
Sería el equivalente a la Capcom Cup y el Capcom Pro Tour. Wheels ha terminado dentro de los primeros ocho jugadores en los mayores torneos. Incluso consiguió in dramático segundo lugar en el Combo Breaker 2017.
Lo más impresionante de él, además de su habilidad y tenacidad, es su estado de salud. Él tiene 22 años, y siempre quiso practicar diversos deportes. Pero su condición física se lo impidió: padece una grave enfermedad genética.
Es llamada Atrofia Muscular Espinal Tipo 2. Este mal congénito afecta parte del sistema nervioso que controla el movimiento voluntario de los músculos.
Estos últimos no reciben señales de las células nerviosas que están localizadas en la espina dorsal. Debido a eso los músculos terminan atrofiados debido a la inactividad.
Es por lo que los brazos y piernas de este jugador no se desarrollaron como debía. Pero lo anterior no le impidió jugar.
Su enfermedad no impide que destaque en los esports
Fue por lo que se volcó sobre los juegos de pelea como Killer Instinct, y entró al entorno competitivo. Aunque tuviera que colocar el control de Xbox sobre una superficie plana, siguió jugando.
‘Mis músculos están muy débiles. Seré honesto, estoy bastante bien considerando lo mal que suele ponerse la gente. Podría estar mucho peor ahora mismo. Necesito mucha asistencia física a la hora de moverme’, comentó a un conocido medio en una entrevista.
Dayton ‘Wheels’ Jones comentó ‘nunca sentí que tuviera que ser aceptado en mi vida. Simplemente hice cosas. O quieres pasar el rato conmigo o no. Jamás sentí que la gente me evitara o pensara en cosas así’.
En lugar de deprimirse, decidió seguir adelante con su pasión por los juegos de pelea y Killer Instinct. Remató diciendo ‘vamos a jugar o no vamos a jugar’. Gracias al EVO 2013 nació su interés por el juego, y participó en el UFG Tournament 10 en 2014.
Sin duda Wheels es un claro ejemplo de que, a pesar de su discapacidad, es capaz no solo de disfrutar los juegos que ama, sino también demostrar su valía como jugador profesional. Esperemos que tenga un futuro brillante en la escena de los esports.
