Te contamos acerca de la ciudad que alberga una de las competencias más importantes de deportes electrónicos en el mundo
Cuando hablamos de escenas importantes de esports, seguramente piensas en Corea del Sur, en las multitudes atraídas por Faker o las estrellas orientales de Overwatch. Sin embargo, la nación surcoreana no es el único gran escenario del deporte electrónico.
Katowice es una ciudad polaca con poco más de 300 mil habitantes. Está lejos de tener la relevancia sociopolítica de otras urbes en el país como Varsovia o Cracovia, pero puede presumir de tener la Spodek Arena. Es la meca de diversos deportes electrónicos, al punto de ser la casa para el IEM Katowice, una de las competiciones de CS: GO más importantes del planeta.
¿Qué tan relevante es? Bueno, la edición 2020 de esta competencia tiene el récord de ser una de las transmisiones más vistas de esports en la historia. Más de un millón 200 mil personas estuvieron viendo simultáneamente las finales, en las que el equipo ucraniano Natus Vincere se coronó campeón.
¿Pero cómo llegó una ciudad mediana en Europa del este a ser un epicentro para juegos como Counter Strike: Global Offensive, StarCraft e incluso, hace algunos ayeres, League of Legends?
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Una ciudad de esports construida por accidente
Michal Blicharz es uno de los nombres más importantes en el deporte electrónico occidental. Es vicepresidente de la ESL, organización que agrupa varias de las principales competencias independientes en esta parte del mundo. Y todo empezó hace varios años, como fan de Counter Strike en su natal Polonia.
Katowice (pronúnciese ‘ka-to-vit-se’) es una población cuyos ingresos provienen de la minería. Estaban, por tanto, muy lejos de ser un centro cosmopolita de negocios como Nueva York, Colonia o Shanghai. En esas ciudades, Intel llevaba sus eventos Extreme Masters, competencias de esports y puntos de encuentro para los jugadores de PC.
Michal, conocido como ‘Carmac‘, había realizado LAN Parties en su localidad para jugar Counter Strike. Sus eventos habían llamado la atención de los medios regionales, en los que este emprendedor señalaba que su sueño era poder realizar un evento como los de Intel.
La declaración llegó a un miembro de ayuntamiento, quien es descrito por Blicharz como ‘joven y de mente abierta’. Este funcionario se contactó con el organizador, con la intención de realizar un evento grande para la ciudad. Lo lograron.
Un sitio con apenas mil asientos fue la primera casa del evento en 2013. El local asustó a Carmac, pues los patrocinadores podrían pensar que había pocos asistentes, así que ofrecieron un modelo de acceso premium.
La entrada era gratis, pero los asistentes de pago podían entrar primero a escoger su lugar. La realización fue un éxito; tanto, que se realizó al año siguiente. Y después al posterior, hasta que llegó a ser considerada una de las citas más importantes en los circuitos competitivos de Counter Strike.
Katowice es la casa de los campeones
Los Intel Extreme Masters pasaron a ser parte de la Electronic Sports League, conocida también como ESL. En este circuito, Counter Strike es uno de los pilares, con Carmac siendo un promotor crucial que funge como vicepresidente y director deportivo.
Katowice, una región dedicada a la minería, ahora ha pasado a ser un centro de reunión para fans y un escenario que corona a grandes campeones de este shooter y otros esports.
En 2020 Natus Vincere, el único equipo que ha estado presente en todos los majors, se coronó como triunfador de una competencia atípica. Mientras tanto, 2019 vio cómo el equipo danés Astralis llevó a cabo una andanada de triunfos que terminó en un año glorioso. Fnatic, una de las organizaciones más populares del mundo, se coronó en 2018 y 2016.
En Europa los esports ya están consolidados como una opción de entretenimiento; sobre todo juegos como FIFA, Dota2, League of Legends y, de manera muy especial en el norte y este del continente, Counter Strike.
Escuadras como Fnatic, Astralis, G2 Esports, Natus Vincere o los polacos Virtus Pro tienen una afición apasionada y comprometida como la que podemos ver en los estadios de futbol. El apoyo a estos conjuntos se nota, especialmente en una cita muy accesible para asistentes provenientes de todos los rincones del Viejo Continente.
Podemos quedarnos con un aprendizaje: no importa si tu ciudad es pequeña o si un evento tiene aparentemente un alcance limitado. Si cuentas con la disposición de trabajar y construyes con la comunidad a tu lado, podrás hacer que una cita para los jugadores locales se convierta en un punto de encuentro para atletas y fans del planeta. Sólo basta mirar a una comunidad minera perdida en la fría Polonia.
