Hoy cumple 58 años de edad
Si Metal Gear cuenta con un lugar histórico en la industria de los videojuegos, entonces Hideo Kojima, el creador de la saga, iguala a la leyenda de Snake.
Esa misma encumbró a Hideo Kojima como diseñador de videojuegos; pero hay otros títulos como Snatcher, Policenauts, Zone of the Enders o Death Stranding que hacen ver al creador japonés como un equivalente en los videojuegos de los grandes directores de cine, cualquiera que sea su nombre.
En diversas entrevistas, incluyendo una con The Guardian en 2012, el director narró cómo fue su crecimiento y qué cosas lo inspiraron.
En sus creaciones encontramos temáticas conspiratorias y no sabemos si nuestro personaje trabaja para los buenos o los malos; o en escenarios distópicos e intrigantes.
De niño, veía películas por obligación
El japonés gestó esos ambientes, y su habilidad narrativa para exponerlos, gracias a que, desde pequeño veía con sus padres una película diaria.
Y no disfrutaban solamente películas de niños: ‘Mis papás eran fanáticos de los westerns, el cine europeo y de terror; incluso hasta veíamos escenas de sexo‘.
Además, el pequeño creaba historias en su mente sobre las cosas que le rodeaban, actividad que aún hace a sus 58 años.
Debido a esas ‘obligaciones’, a Kojima, desde que iba a la secundaria, se le facilitó hacer sus primeros cortometrajes de zombis (pues quería ser cineasta) mediante una videocámara de 8 mm. ‘Aunque a mis amigos no les gustaba hacer cine‘, recuerda.
No obstante, entre que su padre murió, que no había escuelas de cine cerca de su casa y que el cine japonés no contaba con buen presupuesto, es que buscó otras alternativas.
Pese a la pena, decide a trabajar en videojuegos
Mientras estudiaba economía en la universidad, Hideo escribía novelas con la esperanza de ganar premios con ellas, pero como no encontró el impulso necesario, esta idea también se desvaneció.
Pero cuando conoció la Famicom (la versión japonesa de Nintendo) consideró trabajar en los videojuegos, pese a que, para entonces, esa área era vista de forma despectiva por parte de la sociedad japonesa; por ello, Hideo mentía al decir que trabajaba para una institución financiera cuando le preguntaban a qué se dedicaba.
Sus amigos y maestros le recriminaban la decisión que estaba por tomar; le decían: ‘¡Estás loco!‘, pero Hideo encontró el impulso más importante que puede tener un ser humano, el de su madre, quien le decía: ‘Tú puedes hacer lo que quieras en tu vida‘.
Además, el joven Kojima, en el fondo de su mente, intuía que la industria gamer podría crecer exponencialmente. ‘Y eso influyó en mi decisión‘, aseguró el creador de Metal Gear a The Guardian.
Si bien incursionó en esta industria porque no encontró la forma de hacer películas, acepta que ‘fue muy fácil enamorarme de los videojuegos‘.
Escoge a Konami para mitigar la pena
Para sobrellevar, de cierta forma, la vergüenza que sentía al ser menospreciado por querer trabajar en la industria del videojuego, Hideo buscó una empresa que tuviera cierta categoría y esa era Konami: era la única compañía de su tipo, en Japón, en cotizar en la bolsa de valores.
En Konami, Kojima se encontró con personas similares a él que deseaban incursionar en el cine o ser escritores, sin tener éxito; pero, igual que él, también percibían que los videojuegos podían darles un buen nivel de vida.
Enfocado en Konami, Hideo pasó un trago amargo: la cancelación de un proyecto llamado Lost World a los seis meses de haberlo iniciado, pero casi enseguida empezó a trabajar en su obra magna: Metal Gear.
Con Metal Gear quería revolucionar
En ese momento Konami pretendía lanzar un juego de guerra y Hideo quería hacer algo distinto a los demás.
Así que presentó un proyecto de un prisionero de guerra que debía escapar y si lo atrapaban, lo volvían a encerrar: ‘Mi idea era que el juego no fuera de combate‘.
Aunque le costó trabajo convencer a los encargados del proyecto, finalmente persuadió al más longevo (Kojima era el más joven del equipo) quien lo escuchó y lo canalizó con un directivo de Konami, y este ‘debió haber visto algo en mí cuando presenté mis ideas sobre Metal Gear. Constataron que era una idea revolucionaria y tuve su apoyo‘. asegura.
Fue así que surgió Metal Gear para el microordenador doméstico MSX y como el juego fue un éxito, años más tarde se desarrolló Snake’s Revenge, una secuela para la Famicom para la cual Hideo Kojima no trabajó al mantenerse con el equipo de MSX.
Cierto día se encontró con un compañero, quien para entonces participaba en el proyecto Snake’s Revenge, y este le dijo a Hideo: ‘Este juego no es una verdadera secuela: tú deberías de ser el encargado de hacerla‘.
De esta forma, Kojima pasó horas enteras pensando en cómo sería una secuela apegada al juego inicial: ‘Si no hubiera tenido esa plática, nunca habría existido Metal Gear Solid‘, reconoce.
Con Kojima Productions proyecta su legado
Para 1998, cuando Hideo ya era directivo de la compañía, se enfocó a darle forma a esa nueva entrega de la saga con la cual empezó a forjar su legado mediante Kojima Productions.
Esa empresa, filial de Konami, se fundó en 2005 y 10 años después se hizo independiente para extender la leyenda de Snake y lanzar otros títulos como Death Stranding, cuya edición Director’s Cut será lanzada en septiembre.
Queda claro lo que dijo el creador de Metal Gear en relación a que se había enamorado de los videojuegos, aún así, mantiene la ilusión ‘de hacer una película en el futuro’, y cumplir con su sueño de la infancia.
¿Qué mundo y qué trama crees que Hideo Kojima nos podría presentar en la pantalla grande?
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