¡Nos vemos en la grieta!

El jugador japonés se convirtió en leyenda tras realizar una jugada imposible de replicar

Para entender sobre la inmensidad de Daigo Umehara en el juego de Street Fighter, nada más hay que saber que le hicieron una estatua de edición especial que se puede apreciar en un salón de convenciones de Las Vegas. No es de tamaño real, pero en esa escultura se encuentra ubicado entre los legendarios Ryu y Evil Ryu.

Daigo también aparece en el Guinness World Records como el jugador más exitoso en los principales torneos de Street Fighter. Además, en Japón hicieron un manga en el que narran sus grandes hazañas en los videojuegos.

Desde niño se caracterizó por ser un gamer frío y calculador. Eso lo dejó bien claro a los 15 años, cuando ganó su primer título nacional sin mostrar ni un matiz de entusiasmo. De eso habló años después: ‘Había invertido más horas que todos los demás jugadores, entonces ser el mejor era el resultado obvio. Cuando me entregaron el trofeo, no me emocionó en absoluto‘.

Si bien su consagración a nivel internacional ocurrió en 2003, al convertirse en el primer jugador en coronarse en un mismo año, tanto en el Super Battle Opera como en el Evolution Championship Series, su fama se hizo mayor en el EVO del año siguiente.

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La Bestia y el nacimiento del mito

El primero de agosto de 2004, en California, Daigo, de 23 años, ya consolidado como uno de los mejores jugadores de Japón, enfrentó en la final de perdedores de Street Fighter III: 3rd Strike a Justin Wong, un neoyorquino de 18 años muy prometedor, quien días antes había derrotado a Raoh, otro japonés igual de bueno que Daigo. Quizá los dos nipones eran los mejores del orbe en ese momento.

Esa final de perdedores entre Daigo y Justin dio origen al famoso EVO Momento 37. La Bestia usó a Ken, en tanto Wong manejó a Chun-Li. Umehara tomó la iniciativa sobre un Justin conservador que sólo se dedicaba a contraatacar.

Con ese estilo iban 1-1 en cuanto a rounds ganados en la primera partida de la serie al mejor de tres. Con 30 segundos para terminar el combate, Chun- Li conectó una patada baja a Ken, quien se quedó con el mínimo de energía.

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La molestia en el rostro del japonés era muy evidente. Mientras, Seth Killian, el comentarista del combate, decía: ‘Vemos a Daigo realmente enojado. El estilo conservador con el que Justin superó a Raoh está a nada de vencer también a Daigo‘. Si el estadounidense derrotaba a su rival en turno, se convertiría prácticamente en el mejor exponente de Street Fighter III: 3rd Strike en el mundo.

Entonces, los papeles se invirtieron. Ken se puso a la defensiva, pues Daigo sabía que Justin tendría la necesidad de dar el último golpe. Cualquier cosa, aunque fuera mínima, podría decidir la partida a favor de Chun Li, así que el estadounidense lanzó un súper.

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Daigo le enseñó al mundo una nueva técnica

El japonés, con maestría y recuperando la frialdad demostrada desde su infancia, evitó bloquear el ataque. Si lo hubiera hecho, los impactos, con Ken aun en posición de guardia, habrían sido suficientes para acabar con lo mínimo de vida que le quedaba.

Lo que hizo fue algo que habría sido imposible para cualquier otro jugador. Decidió hacer parry en cada uno de los golpes del súper de Chun-Li. Es decir, mientras el personaje de Wong lanzaba su ataque, Umehara desplazó a Ken lentamente hacia atrás para evitar que su rival conectara cualquiera de los 15 intentos consecutivos.

Tras convertir el último parry, que además fue a un golpe con hit-box elevada, Daigo respondió con una patada aérea que dejó a Justin Wong sin oportunidad de poner su guardia. Conectó un combo e inmediatamente después lanzó un súper para derrotar al estadounidense.

Si tan sólo le hubiera dado un golpe más, le gano la batalla‘, reconoció Wong, quien horas antes recibió un manotazo de Raoh cuando buscó estrecharle la mano luego de vencerlo en la ronda previa.

Todos querían que Justin me ganara‘, recuerda el japonés, consciente de que era el rival a vencer en esa competencia en los Estados Unidos. Pero luego de esa vía magistral de ganar, se encumbró como uno de los máximos exponentes en la historia de Street Fighter.

En ese entonces, no se conocía esa técnica de bloquear y hacer parry. Era la primera vez que el mundo la veía. Así que había entusiasmo por eso‘, declaró Umehara, quien ganó el siguiente juego contra Justin para avanzar a la gran final del EVO 2004.

Y aunque no ganó el torneo, Daigo Umehara trascendió con su mítico ‘Daigo Parry’ y se perfiló hacia una carrera extraordinaria. La Bestia se convirtió en una leyenda viviente.

TEXTO POR GUILLERMO VITE GARÍA / @MEMORED

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